Mestizaje y Sincretismo
El mestizaje es el encuentro biológico y cultural de etnias diferentes, en el que estas se mezclan, dando nacimiento a nuevas especies de familias y nuevos genotipos. Se utiliza con frecuencia este término para describir el proceso histórico sucedido en América que la llevó a su estado racial y cultural actual. Sin embargo, puede también referirse a otros pueblos que hayan atravesado un proceso de encuentro entre varias especies de familias, en lugares como Filipinas, Sudáfrica o Estados Unidos.
En la historia de las naciones modernas, el mestizaje fue atravesado por numerosos factores, como el clima, las particularidades culturales de cada comunidad, u otros aspectos que provocaron, en diferentes regiones dentro de un mismo país, que el mestizaje haya sucedido en diferentes ritmos y grados de profundidad. El ejemplo latinoamericano es notable, puesto que ejemplifica una mezcla étnica expandida por gran parte del territorio.
El proceso de sincretización religiosa debe desarrollarse a la manera de una simbiosis en la que los dos cultos se mantengan. Pero esta simbiosis no se debe entender como la consecución de la cohabitación de las tradiciones implicadas, la simbiosis puede dar lugar al nacimiento de una nueva identidad cultural única incluso manteniendo dos cultos distintos. Para entender su profundidad debemos distinguir previamente entre la experiencia religiosa y la experiencia cultural. La ornamentación de la tradición, debe reconocerse como ornamentación. Debe entenderse que la esencia no se encuentra en la forma de un rito, sino en su significación sin confundir la significación con el significado del culto.
Un ejemplo para dilucidar la cuestión: la «baiana», considerada como un traje regional brasileño, es una prenda de origen africano que ha entrado a formar parte de la cultura brasileña, una prenda compartida más allá del significado que pueda tener en las distintas comunidades. El sincretismo es, por tanto, un proceso ajeno a la propuesta abstrayente de la comunión de cultos a través del reconocimiento de una divinidad común, la vía de comunión son los productos culturales de la religión.
De esta manera, el sincretismo no es un proceso automático fruto del diálogo o de una puesta en común. La realización del sincretismo religioso no surge del acuerdo sino de la cohabitación. El momento en el que dos culturas diferentes se encuentran cara a cara puede provocar un grave conflicto. El sincretismo supone aceptar la situación de crisis y afrontarla en dos etapas: la acomodación y la asimilación.
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